El cannabis medicinal se puede utilizar de diversas maneras según la preferencia del paciente y la forma en que esté disponible. Algunos métodos comunes de consumo de cannabis medicinal incluyen:

1. Combustión: Las flores de cannabis secas se pueden enrollar en un cigarrillo o fumar usando una pipa o una pipa de agua.
2. Vaporización: Se puede utilizar un vaporizador para calentar el cannabis sin quemarlo, lo que produce un vapor que se puede inhalar.
3. Oral: También están disponibles alimentos y bebidas infusionados con cannabis, como productos horneados, chocolates, gomitas y bebidas.
4. Sublingual: Un extracto líquido de cannabis se puede colocar debajo de la lengua para una absorción rápida.
5. Tópicos: Cremas, lociones y bálsamos con cannabis se pueden aplicar sobre la piel para aliviar el dolor e inflamación localizados.

Es importante tener en cuenta que el inicio y la duración de los efectos pueden variar según el método de consumo. Fumar y vaporizar suelen producir efectos más rápidos, mientras que los comestibles y las tinturas pueden tardar más en hacer efecto pero pueden durar más tiempo. Además, la dosis y la potencia del cannabis también pueden afectar la intensidad y la duración de los efectos. Es importante consultar con un profesional de la salud para determinar el mejor método y la dosis adecuada según las necesidades individuales.

Tetrahidrocannabinol (THC) es uno de los compuestos más estudiados con propiedades psicoactivas de la planta de cannabis. THC, junto con el CBD, puede ayudar en problemas de salud más graves como náuseas, uso paliativo en diferentes tipos de cáncer, estrés postraumático, espasmos musculares y dolor crónico, entre otros.

El cannabidiol (CBD) es uno de los compuestos no psicoactivos más conocidos que se encuentran en la planta de cannabis. Tiene muchas propiedades, una de las cuales es su poder antiinflamatorio natural, que puede ayudar a aliviar diferentes tipos de problemas de salud.
Problemas de salud que se pueden beneficiar con el CBD son: ansiedad, el dolor crónico, los trastornos del sueño, la esclerosis múltiple y las convulsiones, entre otros.

Todos los seres humanos y los animales cordados (con columna vertebral) tienen un sistema interno llamado Sistema Endocannabinoide (SEC). Este sistema es una red de comunicación interna esencial para la supervivencia y el bienestar general. Esto ocurre a través de la activación de los receptores de cannabinoides (receptores CB1 y CB2) presentes en nuestro cuerpo. Normalmente, esto ocurre de forma natural a través de los endocannabinoides que nuestro propio cuerpo genera.
Generalmente el cuerpo no puede generar niveles suficientes de estos compuestos, y por lo tanto cannabinoides naturales como el CBD, podrían ayudar a regular mejor el cuerpo.

Existen muchas formas de administrar el CBD, siendo la vía más común la sublingual. La cantidad de gotas recetadas por tu médico debe ser colocada debajo de la lengua, permitiendo que repose durante al menos un minuto antes de tragar. Esto permite que el CBD disponible sea absorbido a través de las membranas mucosas ubicadas en esta área de manera más efectiva que la vía oral (tragándolas).

Para uso exclusivo veterinario, contamos con aceite de CBD al 2%. En caso de requerir mayores concentraciones, para uso humano o veterinario, se pueden preparar en recetario magistral con receta médica al 5, 8 ó 10%.

La dosis correcta de CBD puede variar de una persona a otra. Esto se debe principalmente al número de receptores de cannabinoides (receptores CB1 y CB2) que cada persona tiene en su Sistema Endocannabinoide (SEC) dentro del cuerpo y a la sensibilidad que tienen hacia ellos. Al ser un tratamiento personalizado, siempre es recomendable comenzar el tratamiento con una dosis baja y aumentarla gradualmente, para que tu médico pueda supervisar si los efectos clínicos son los esperados y asegurarse de un tratamiento adecuado al aumentar la dosis si es necesario.

Cualquier persona o animal que tenga un sistema endocannabinoide puede beneficiarse del uso de CBD, ya que este cannabinoide actuará directamente sobre el Sistema Endocannabinoide (ECS). Al activar el ECS, se pueden generar los beneficios esperados. Es importante seguir las indicaciones de su médico recetante al usar CBD, ya que las personas pueden tener diferentes sensibilidades y requisitos de dosis. La dosis para adultos y niños variará según la patología que se esté tratando. En el caso de su uso en mascotas, se utilizan concentraciones mucho más bajas que en los seres humanos.

El CBD (cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol) son dos de los cannabinoides más conocidos que se encuentran en la planta de cannabis. Aunque tienen estructuras químicas similares, tienen efectos diferentes en el cuerpo.

El THC es el compuesto psicoactivo principal en el cannabis y es responsable de la "euforia" asociada con el uso de cannabis. Funciona al unirse a los receptores de cannabinoides en el cerebro y el sistema nervioso, lo que produce una serie de efectos, incluyendo euforia, relajación y alteración de la percepción. El THC también tiene efectos analgésicos, antiinflamatorios y estimulantes del apetito.

Por otro lado, el CBD no es psicoactivo y no produce una "euforia". Funciona interactuando con el sistema endocannabinoide del cuerpo para producir una serie de efectos terapéuticos, incluyendo alivio del dolor, reducción de la ansiedad y efectos antiinflamatorios. El CBD también puede contrarrestar algunos de los efectos secundarios negativos del THC, como la ansiedad y la paranoia.

En general, aunque tanto el THC como el CBD tienen potencial terapéutico, tienen diferentes efectos en el cuerpo y producen diferentes tipos de efectos. Es importante consultar con un profesional de la salud para determinar qué cannabinoides, son los más adecuados para tus necesidades.

Como cualquier medicamento, el cannabis medicinal puede tener efectos secundarios, aunque generalmente son leves y bien tolerados. Algunos efectos secundarios comunes del cannabis medicinal incluyen:

1. Boca seca: El cannabis puede reducir la producción de saliva, lo que lleva a la boca seca.
2. Mareos: El cannabis puede causar mareos o vértigo, especialmente al levantarse demasiado rápido.
3. Somnolencia: El cannabis puede causar somnolencia o fatiga, especialmente a dosis más altas.
4. Alteración de la memoria y la concentración: El cannabis puede afectar la memoria a corto plazo y la concentración, especialmente a dosis más altas.
5. Aumento de la frecuencia cardíaca: El cannabis puede aumentar la frecuencia cardíaca, lo que puede ser problemático para las personas con problemas cardiovasculares.
6. Paranoia o ansiedad: Algunas personas pueden experimentar sentimientos de paranoia o ansiedad con el uso de cannabis, especialmente con dosis altas o ciertas cepas.

Es importante tener en cuenta que los efectos secundarios del cannabis medicinal pueden variar según el individuo, la dosis, el método de consumo y la cepa de cannabis. Además, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios que no se mencionan aquí. Es importante consultar con un profesional de la salud para discutir los posibles efectos secundarios del cannabis medicinal y determinar, como estos pueden afectar su actual tratamiento (si los tiene).

En Chile puedes acceder a cannabis medicinal de tres maneras:

1. Autocultivo
2. Dispensarios cannábicos
3. Farmacias

¿Quieres un tratamiento con cannabis medicinal?, agenda aquí.